El café es las bebidas más consumidas en todo el mundo por su particular sabor y múltiples beneficios en la salud.
Ya sea que bebas una taza en la mañana o en la merienda, debes saber que el café pudiera influir de manera positiva en el sistema inmunológico.
El café no solo sirve para darte energía, sino que puede mejorar tu estado de ánimo, retardar el envejecimiento y hasta ayudarte a prevenir o aliviar algunos síntomas de enfermedades neurodegenerativas como el parkinson o alzheimer, como bien explica Healthfully.com.
Ahora bien, debes ser muy cuidadoso en la cantidad de tazas que consumes al día puesto que el exceso de cafeína puede desencadenar problemas en tu organismo como estrés crónico, alteraciones hormonales y patologías derivadas.
Cafeína en tu cuerpo
Tomarse un cafecito al levantarse para iniciar el día con buena energía es una escena que se repite en muchos hogares del mundo.
Y es que la cafeína es un estimulante del sistema nervioso central, lo que se traduce en poner en alerta y despertar al cerebro.
De igual forma, esta sustancia ayuda a bloquear la adenosina, molécula con propiedades sedantes.
Esto quiere decir que la cafeína es un estimulante que produce un efecto temporal de restauración del nivel de alerta y eliminación de la somnolencia.
Otro de los efectos que se pueden evidenciar en el organismo es que activa la respuesta de lucha o huída puesto que estimula el sistema nervioso simpático, responsable de estos procesos.
Estrés y el sistema inmunológico
Este efecto de la cafeína en el sistema nervioso produce la liberación de las hormonas del estrés como el cortisol.
Esto su vez provoca la liberación de reservas almacenadas en el cuerpo como grasa y azúcar que se usarán para el esfuerzo físico.
Es una consecuencia beneficiosa cuando estés en un escenario de supervivencia o un evento extremo.
Sin embargo, no es saludable que persista porque puedes experimentar problemas de salud, entre ellos un sistema inmunológico deprimido.
Vale destacar que el sistema inmunológico es el encargado de defenderse ante los ataques externos ocasionados por virus, gérmenes, bacterias, así como también eliminar las células malignas de tu cuerpo.
Contribución de cafeína
La ingesta excesiva de cafeína se puede traducir en la elevación de los niveles de cortisol, lo que provoca que las funciones de tu sistema inmunológico resulten comprometidas.
Según un estudio de «Farmacología, bioquímica y comportamiento» (2006), quienes ingirieron grandes cantidades de cafeína, al menos 750 miligramos divididos en tres dosis de 250 mg al día, tuvieron niveles más altos de cortisol en la sangre.
En la investigación se demostró que las personas que consumieron excesivo café tuvieron un sistema inmunológico comprometido, lo que los exponía ante los agentes patógenos.
Ingesta de cafeína
Ahora bien, estas consecuencias negativas entre el café y el sistema inmunológico solo se pueden presentar si ingieres cafeína de manera excesiva.
De lo contrario, no se han detectado efectos adversos en la salud.
Si excedes el límite el límite por día puedes experimentar insomnio, nerviosismo, irritabilidad y más.
Por otro lado, el café y el sistema inmunológico pueden funcionar de manera correcta y beneficiosa si el consumo es moderado.
En este sentido, este grano se puede convertir en un aliado para cuidar tu salud, como explicamos en nuestro artículo 13 beneficios de tomar el cafecito que tanto te gusta.
Conviene destacar sus propiedades antioxidantes, las cuales ayudan a estimular las defensas del organismo.
Esto es muy importante para que el cuerpo pueda defenderse en contra de virus y bacterias.
Consume tu cafecito apropiadamente, sin caer en excesos.
En este video encontrarás un resumen sobre sus beneficios 👇
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